Eso de que las mujeres somos cambiantes y por eso debemos cuidarnos de manera cíclica suena muy lógico, pero a la hora de la verdad, ¿cómo funciona? Si cada semana del mes  (por decirlo de forma simplificada) mis necesidades físicas y emocionales son distintas, ¿mi estilo de vida también debería de ser distinto? 

Sí y no. Sé que es una respuesta ambigua pero enseguida me explico. Igual que ocurre con tu salud, para tener un ciclo menstrual saludable e incluso placentero, hay una serie de hábitos que deben mantenerse día a día. 

 

Hábitos y rutinas para un ciclo menstrual saludable y consciente

 

Si llevas un tiempo por aquí quizá te vengan a la mente algunos hábitos necesarios para tener un buen ciclo menstrual:

  • Descanso.
  • Alimentación saludable.
  • No pasarte con la cafeína y el alcohol.
  • Controlar los niveles de estrés.
  • Movimiento diario.
  • Cultivar tu placer.
  • Etc

Sin esta buena base no hay ciclo agradable que se precie (puede que durante un tiempo sí, pero si nos quedamos “cojas” en alguno de estos fundamentos para un ciclo saludable con los meses lo acabaremos notando). 

Aunque no deban faltar, estos hábitos sufren ligeras modificaciones a lo largo del ciclo. Por ejemplo, en caso del movimiento (fíjate que me gusta llamarlo movimiento y no ejercicio), tenemos claro que el movimiento diario es recomendable para tu bienestar. Lo que no es tan saludable es pretender que, siendo una mujer cíclica, te muevas siempre igual. 

¿Sabías que cuando estás en tu fase ovulatoria tu cuerpo es más propenso a desarrollar músculo y la resistencia física aumenta? Sabiendo esto, en los días previos y posteriores a tu ovulación – también conocida como el verano de tu ciclo-  puedes optar por actividades más cañeras, como entrenamientos de alta intensidad o musculación.

En el lado opuesto de la rueda menstrual está el invierno de tu ciclo o fase menstrual, momento en el que el cuerpo necesita todo el descanso o el reposo que le puedas facilitar. Así que por lo general vas a agradecer cambiar tu sesión de running por un paseo, una clase de yoga suave o incluso por reposo total si sientes que lo necesitas (sí, te doy permiso :D). 

Con la alimentación pasa lo mismo. Tu cuerpo es un maravilloso mutante que no tiene las mismas necesidades nutricionales a lo largo del mes. 

Cuando aprendes a escucharte te das cuenta de que en la fase ovulatoria, por ejemplo, el cuerpo suele pedir comidas más ligeras, frescas y ricas en ingredientes crudos. En cambio, cuando estás transitando tu premenstrual suele aparecer la necesidad de hidratos de carbono saludables, alimentos más saciantes y por qué no, una dosis de delicioso chocolate.

Lo que ocurre con los ejemplos que te acabo de dar se puede extrapolar a prácticamente todas tus rutinas de autocuidado cíclico.

Y si todo esto se te hace grande, no te preocupes porque la idea es que el cambio sea llevadero. Lo ideal es empezar por el hábito que creas que puede tener un mayor impacto en tu salud cíclica y, cuando ya lo tengas asimilado, empezar con otro. Lo único que nos faltaba es estresarnos por cuidarnos (aunque es más habitual de lo que debería, por desgracia). 

Pero hoy quiero profundizar en el tema de cómo cuidarte cíclicamente (aunque si necesitas ayuda para mejorar tu autocuidado cíclico solo tienes que darme un silbidito). Pero hoy quiero ir un paso más allá de los hábitos y las rutinas, que parece que los tenemos algo más «vistos» y hablarte de rituales, que en realidad son parecidos a las rutinas pero tienen un toque consciente y disfrutón que realmente marca la diferencia.

 

 

La trascendencia de los rituales

 

Según Esther Perel, las rutinas son acciones repetitivas y concretas que nos ayudan a desarrollar habilidades mientras crean continuidad y orden. 

En cambio, los rituales son rutinas elevadas por la creatividad, guiadas por la intención y llenas de significado.

Yo veo los rituales como ir un pasito más allá a la hora de cuidarnos. Son aquellos detalles que hacen que un momento cotidiano pase a ser extraordinario. Nos conectan con nuestro ser, con esa parte más elevada de nosotros que se nutre de la belleza, de lo sutil y de ponerle sentido y conciencia a los actos cotidianos. 

Cada día entiendo un poco mejor la dimensión espiritual del ciclo menstrual y por eso siento que los rituales son una forma fantástica para mimarnos de forma cíclica. 

Con los rituales pasa lo mismo que con los hábitos y rutinas: puedes tener una “base”, unos favoritos que son como tu fondo de armario, pero lo ideal es fluir con cada una de las fases e ir viendo qué te apetece y sienta mejor en cada una de ellas. 

Lo interesante es que es muy probable que tus preferencias varíen no solo de una fase a otra, sino de un ciclo a otro dentro de una misma fase. Es decir, que lo que sientes que te hace bien en tu otoño (premenstrual) puede diferir de lo que necesitabas en tu otoño anterior. 

Y ahí está la magia de ser cíclicas. Aunque de primeras parezcamos super caóticas, en realidad nuestra danza hormonal sigue unos patrones más o menos previsibles. Pero nunca serán tan previsibles como para poder “controlar” tu ciclo, y gran parte de este trabajo implica aprender a rendirte y dejarte llevar por lo que te piden cuerpo y alma en cada momento. 

Sé que la parte de los rituales se nos puede atascar un poco si llevas tiempo con la sensación de estar desconectada de ti misma, o simplemente si vas todo el día corriendo de un lado para otro. Por eso voy a compartir contigo algunos de mis rituales favoritos para cada fase del ciclo: 

 

Mis rituales favoritos para cada fase del ciclo

 

Rituales para tu fase menstrual – invierno

 

  • Saca tu kit menstrual: unas sábanas rojas y/o un pijama rojo de las mejores calidades que encuentres.
  • Enciende una vela roja cada noche.
  • Detox digital: deja el móvil en modo avión por la noche y por la mañana. O incluso hazlo durante varios días-
  • Despiértate un día sin despertador o échate una deliciosa siesta.
  • Escribe en tu diario con un bolígrafo de color rojo.
  • Conecta con el elemento agua. Por ejemplo, date un baño con sales y reflexiona sobre en qué áreas de tu vida puedes ser tan fluida y flexible como el agua.
  • ¿Usas la copa menstrual? Diluye la sangre con agua y utilízala para nutrir tus plantas. Fliparás con lo bonitas que se ponen.
  • Journaling: Saca 5 cartas de tarot: una por cada fase del nuevo ciclo y una que englobe el nuevo mes que empieza. Lee sobre el significado de la carta de tu invierno, escribe si te apetece.


Rituales para tu fase preovulatoriaprimavera

 

  • Momento de mimarte: regálate un tratamiento de belleza (manicura, limpieza facial…algo que te haga disfrutar y sentir que vuelves a la vida).
  • Coge la agenda y planifica tu mes. 
  • Regálate un ramo de flores para celebrar tu propio florecimiento. 
  • Embellece tus espacios y vístete como más te guste. La belleza es una forma de autocuidado.
  • Journaling: Revisa la carta que sacaste para la primavera de tu ciclo, lee su significado y escribe en tu diario sobre lo que te evoca. 

 


Rituales para tu fase ovulatoria – verano

 

  • ¡Aprovecha para hacer planazos con tus amigas!
  • Cocina y congela todo lo que puedas: tu premenstrual y menstrual lo agradecerán.
  • Escoge un aceite con olor delicioso y masajea sin prisa cada parte de tu cuerpo.
  • Mejor aún: hazte un masaje de pecho.
  • Enciende una vela blanca cada noche.
  • Es el momento de probar algo que te haga sentir muy viva: ese vestido sexy, una autosesión de fotos…
  • Date amor, yatusabes a lo que me refiero ;-)
  • Journaling: Revisa la carta que sacaste para el verano de tu ciclo, lee su significado y escribe en tu diario sobre lo que te evoca.


Rituales para tu fase premenstrual – otoño

 

 

  • Ponte música a tope y baila como si nadie te viera hasta que sudes y parezcas una loca. Que salga todo fuera.
  • Ve a la sauna, deja que te den un masaje drenante, date un baño caliente con sales y velas.
  • Haz balance y limpieza de todo lo que no te sirve (casa, tareas, relaciones, pensamientos, etc).
  • No dejes de moverte con ejercicio suave: paseos en la naturaleza, yoga, estiramientos.
  • Pasa todo el tiempo que puedas en el lugar favorito de tu mujer salvaje:  la naturaleza.
  • Guarda una libreta junto a la cama: tus sueños probablemente serán vívidos y simbólicos.
  • Vuelve al detox digital y a pasar más tiempo offline.
  • Journaling: Revisa la carta que sacaste para el otoño de tu ciclo, lee su significado y escribe en tu diario sobre lo que te evoca. 

 

¡Espero que estas ideas te hayan inspirado! 

Siéntete libre de coger lo que quieras pero recuerda que siempre puedes crear tus propios rituales (de hecho, si lo haces me encantará conocerlos). Y si te apetece dejarte estas ideas de rituales a mano, te recomiendo que te descargues mis planificadores cíclicos. Al apuntarte recibirás un bonito póster con todos los rituales, un diagrama menstrual para que empieces a hacer seguimiento de tu ciclo y alguna sorpresita más :-)