—  Paula, me acaba de venir la regla pero trabajo todo el día y solo pensar en la jornada maratoniana que me espera me agobio…

—  Me encantaría quedarme en casita menstruando y sin hacer nada pero tengo X compromiso al que no puedo faltar.

—  Pensaba que me vendría la regla en unos días pero se me ha adelantado y me coincide con un viaje larguísimo, ¿qué hago? 

¿Nos ha pasado a todas, verdad?

Cuando empiezas a ser consciente de tu naturaleza cíclica, una de las primeras cosas sobre las que aprendes es la importancia del autocuidado en la fase menstrual, pues esta fase es el momento ideal para descansar

De hecho, si no sabes por dónde empezar a mimar a la maravillosa criatura cíclica que eres, mi primera recomendación es que empieces por descansar y cuidarte al máximo en esta fase.

 

Por qué priorizar el descanso y el autocuidado en tu fase menstrual

 

La fase menstrual es el inicio del ciclo, el momento en el que nuestros úteros dejan ir su contenido, y esto tiene unas implicaciones tanto físicas como energéticas en nosotras:

  • Por un lado, está la obvia parte física.
    El cuerpo está liberando sangre y esto es un proceso que supone un desgaste de energía. El cuerpo te va a pedir más descanso porque menstruar cansa, así que cuanto más descanso en sus diferentes formas le demos a nuestro body en estos días, mejor será nuestra experiencia menstrual. 
  • Por el otro lado tenemos el aspecto energético del acto de menstruar.
    Con la sangre, en cierto modo nuestro cuerpo está soltando el ciclo anterior, también a nivel energético. Por eso esta fase se corresponde con una tendencia a la introspección, a cerrarnos en nosotras mismas, a retirarnos del mundo exterior para llevar a cambio este acto tan biológico e íntimo. No es casualidad que esta fase se relacione con la estación invernal, en la que la naturaleza está hibernando y cogiendo fuerzas para empezar un nuevo ciclo, ¿no crees? 

Según Alexandra Pope, mentora de Red School, la experiencia que tengamos en nuestra fase menstrual es la que determina el tono del resto del ciclo

Esto quiere decir que, si pasamos por esta fase obligándonos a no bajar el ritmo y arrastrándonos como podemos por esos días, es muy probable que cuando llegue la preovulatoria y la ovulatoria estemos tan drenadas y cansadas que solo tengamos ganas de llorar hechas una bolita en el sofá (que no está prohibido tampoco, pero si nos podemos evitar todo ese sufrimiento y descansar cuando toca pues mira chica, mejor).

En cambio, si nos damos nuestro espacio, conseguimos transformar por completo nuestra experiencia menstrual, aumentamos sustancialmente nuestra sensación de bienestar e incluso accedemos a los regalos ocultos y mágicos de la fase menstrual (aunque esto lo voy a dejar para otro día porque da para un artículo entero). 

 

Menstruar en una sociedad patriarcal, lineal y acelerada: c’est compliqué!

 

Vale, tenemos claro que hay que descansar, pero una cosa es saber lo que necesitas…y otra ponerlo en práctica, ¿verdad?  

Aquí empiezan los problemas, porque vivimos en una sociedad en la que no está bien visto parar y no ser productivas todo el rato.

Si a esto le sumas que nuestras antepasadas tuvieron que luchar por nuestros derechos actuales comportándose como sus homónimos masculinos para no ser tachadas de débiles o incapaces…pues tenemos un cóctel interesante de prejuicios, contradicciones y culpabilidad que no nos permiten menstruar tranquilas como las criaturas cíclicas que somos. 

Yo pienso que hay que agradecerle a las generaciones anteriores de mujeres menstruantes que nos allanaran el camino, desde luego. Ellas pagaron un precio muy caro, el de vivir desconectadas de sus cuerpos y en muchos casos incluso enfermar por no hacer caso a las señales que este mandaba. 

Por eso también creo que nuestra siguiente revolución es ocupar nuestro lugar en el mundo sin tener que mutilar partes de nuestro ser y sin renunciar a nuestras necesidades biológicas y cíclicas. Nos debemos el crear un mundo en el que tanto nosotras como las generaciones posteriores podamos vivir nuestra experiencia cíclica de forma natural, armónica y saludable. Primero, porque el mundo tal y como está necesita más energía femenina, y segundo, porque no deberíamos necesitar demostrar nada a nadie. 


El descanso es político

 

Por eso siempre digo que el descanso es político. Porque con cada NO que decimos a la imposición de la productividad constante estamos plantando la semilla del cambio. Así que cuando dudes, recuerda que descansas por ti y por todas tus compañeras ;-)

Al final lo más habitual es que incluso aunque hayamos adquirido conciencia de esta necesidad de descanso y renovación tan de nuestra menstrual, nos cueste ponerlo en práctica por todo lo que comento arriba. 

Por supuesto, no es mi intención pecar de ingenua: sé que existen las obligaciones, los niños pequeños, las reuniones inamovibles y los imprevistos, y también sé que no todas tenemos la posibilidad de parar completamente y dedicarnos dos días completos a nosotras mismas (no es mi caso tampoco en la mayoría de los ciclos, pero como todas, intento hacerlo lo mejor que puedo).

Vale, no podemos hacer que se pare el mundo a nuestra voluntad, PERO sí que podemos parar nuestro mundo durante 5 minutos, media hora o un par de horas y cambiarlo todo. Por eso, cuando necesitamos cuidarnos pero tenemos la sensación de que no llegamos, es el momento de poner en práctica la regla del 5%. 

como cuidarte cuando estás con la regla


Qué hacer cuando queremos cuidarnos pero no nos da la vida: la regla del 5%

 

Aquí es donde entra en juego la regla del 5% (que yo aplico en el ámbito del autocuidado cíclico, pero que en realidad se puede aplicar a cualquier cambio o mejora que quieras implementar en tu vida).

Esta regla dice que los cambios o mejoras pequeñas, en concreto del 5%, pueden tener resultados muy positivos en nuestro día a día. También he oído versiones en las que se habla del 1 o el 2%, pero vamos, que poco importa el porcentaje si tenemos claro el concepto de implementar pequeñas mejoras que sumen. 

Siguiendo con el ejemplo de la fase menstrual: imagínate que tu regla se adelanta un par de días (LA VIDA) y te coincide con una jornada maratoniana en el trabajo. Sabes que necesitas descansar pero no vas a poder como te gustaría, así que entras en ese bucle de frustración y culpa que todas conocemos. 

(Abro paréntesis: cada día confirmo más que la culpa es una de las emociones más absurdas y puñeteras que podemos experimentar. Así que cuanto antes la eliminemos de nuestro sistema, ¡mejor!)

Pues bien, ¿y si en lugar de machacarte y agobiarte porque querías que todo fuera perfecto pero no lo es introduces pequeñas mejoras en tu día? 

 

10 ideas para mejorar tu experiencia menstrual cuando no puedes descansar como te gustaría

 

Como ya sabes la menstruación es momento natural del ciclo para el descanso, así que todo lo que hagas para evitar la sobreestimulación y calmar y equilibrar tu sistema nervioso va a favorecer que te encuentres mejor. 

Aquí tienes 10 ideas para esos días en los que sabes que no vas a tener tiempo y/o espacio:

NO madrugues para ir al gimnasio ese día (¡tienes mi permiso!jaja). Si te apetece moverte puedes hacer ejercicio suave o descanso activo: dar un paseo, hacer estiramientos, un poco de yoga… También puedes no hacer ejercicio los primeros días de tu ciclo y créeme, no se acaba el mundo. 

? Llévate un termo con tu bebida reconfortante favorita contigo para ir bebiendo durante el día (mejor que sea calentita, tipo infusión o cacao, nada de smoothies en estos días).

☕ Por muy cansada que estés, procura no atiborrarte a café en la oficina, pues la cafeína tiende a empeorar los síntomas y el dolor menstrual. Si necesitas un pequeño estimulante te recomiendo el té verde, blanco o té matcha. 

? Si trabajas desde casa (o si tienes confianza con tus compañeros de trabajo) la mantita eléctrica es tu mejor aliada. En cualquier caso, lleva los riñones y el abdomen lo más tapados y recogidos que puedas. Esto es un consejo muy de abuela, lo sé. Pero funciona.

? Pospón esa quedada tras el trabajo que puede esperar a la semana que viene.

? Pide comida o déjate algo nutritivo ya preparado para cenar, priorizando siempre alimentos saciantes y ricos en nutrientes que ayuden a tu hígado a cumplir su función depurativa y renovadora (como arroz integral, patatas y boniatos horneados, todo tipo de verduras, sopas, legumbres, aguacate, aceite de oliva y POR SUPUESTO chocolate de la mejor calidad que encuentres).

?‍♀️ Sustituye Netflix por una relajante meditación (tienes algunas en mi Instagram y en mi guía de meditación gratuita). 

? Desinstala tus redes sociales durante 24 horas (aunque si son 48, mejor).

?️ Date un baño o ducha relajante por la noche y vete a dormir lo más temprano que puedas. 

?️ Pide ayuda. No hace falta que seas Superwoman, y menos en estos días del ciclo.

 

Esto ya parece otra cosa, ¿no? 

Recuerda, una vez más, que la idea es no hacerlo todo a la vez, y con más razón si vas super liada. Elige un par de pequeñas acciones que puedas implementar y verás como, con ese 5% extra de autocuidado, de ponerle intención y mimo a tu día en la medida que puedas…tu experiencia menstrual cambia completamente.  

En realidad mi propuesta va más allá: me encantaría que hicieras este ejercicio en cada una de las fases de tu ciclo menstrual. ¿Qué pequeños cambios, aparentemente insignificantes, puedes introducir en tu fase preovulatoria, en tu ovulatoria y en tu premenstrual?

Recuerda que todo suma: un pequeño 5% unido a otro 5%, unido a otro 5%….hace una mejora del 15%. Y si mantienes esta mentalidad y continúas aplicando esta regla progresivamente, un día te levantarás y te darás cuenta de que tu experiencia cíclica es infinitamente mejor que hace apenas unos meses.

Y esto, amiga, es maravilloso.

¿Conocías esta regla del 5%?¿me cuentas una pequeña mejora que puedas – y vayas- a implementar hoy mismo para mejorar tu experiencia cíclica?