Si llevas por aquí un tiempo, ya sabes que considero que el conocimiento del funcionamiento cíclico de nuestro cuerpo es fundamental para habitar nuestros cuerpos femeninos de forma armoniosa. Vamos, que si no conocemos nuestro ciclo menstrual estamos perdiendo una oportunidad de oro para cuidarnos y entendernos un poco mejor.

Pero ¿sabías que también existen otros muchos ciclos que nos afectan como seres humanos? Algunos, como el ciclo circadiano, son más conocidos y quizá te suenen. Pero seguramente no te hayas parado a pensar en qué ciclo vital de crecimiento te encuentras, o cómo puede afectar a tu energía o tus emociones el momento del ciclo lunar.

Sé que es un tema que no se trata mucho, y por eso he querido dedicar este espacio a hablar de todos esos ciclos que nos afectan y que se entremezclan entre sí, y los he bautizado como los ciclos de nuestra vida. Por cierto, la intención de este artículo no es la de convertirse en un riguroso recopilatorio científico u oficial, sino que más bien refleja mi visión de este tema tras años de estudio y observación de nuestra naturaleza cíclica.

¿Estás preparada? ¡Allá vamos!

 

Ciclos biológicos

 

Los ciclos biológicos son probablemente los ciclos más estudiados, y se corresponden con los ritmos relacionados con el funcionamiento orgánico de nuestro cuerpo y también de la naturaleza. 

 

El ciclo circadiano

 

“Circa” significa alrededor y “diano”, día. Por tanto, los ciclos o ritmos circadianos son aquellas necesidades o hábitos corporales con variaciones similares a la duración del día, es decir, que se repiten cada 24 horas aproximadamente.

Seguro que ya te has dado cuenta de que normalmente te despiertas a una hora similar todos los días, siempre te entra hambre en los mismos momentos del día, hay cierta hora de la noche en la que te duermes irremediablemente…Pues bien, estos ritmos internos tan tuyos suelen responder a ciclos circadianos.

De hecho, uno de los ritmos circadianos más conocidos son los ciclos del sueño y vigilia, que están regulados por varias hormonas que son sensibles a los niveles de luz. Por eso las luces artificiales y de las pantallas no son buenas aliadas para disfrutar de una reparadora noche de sueño (y por cierto, este tipo de luz artificial también afecta a tu ciclo menstrual, en concreto a la ovulación).

Existen otros tipos de ritmos biológicos, como los ciclos infradianos o los ultradianos, pero para no complicarnos lo ideal es que te quedes con que tu cuerpo tiene unos ritmos naturales y que cuanto más adaptemos nuestro estilo de vida a estos ritmos, mejor nos sentiremos. Por ejemplo, lo ideal es acostarnos lo más pronto posible, cuando haya atardecido, y levantarnos con la luz del sol. Sé que esto no es nada fácil con la vida que vivimos, pero cualquier paso pequeño ayuda. 

 

 

Ciclos de la naturaleza


Fases de la luna

 

Ya sabes que la luna, el satélite misterioso y objeto de leyendas por excelencia, pasa cada 28 días por un ciclo en el que se llena, se vacía, desapareciendo del cielo, y vuelta a empezar. Nuestro satélite actúa principalmente mediante su luz y su fuerza gravitacional sobre la Tierra. Este ritmo lunar influye en el mar, creando las mareas, y se dice que también tiene influencia en el clima y el campo magnético de la tierra, y por tanto en todos los seres que la habitan: los animales y por supuesto el ser humano.

De hecho, la Luna también tiene un papel muy importante en la astrología. Según esta disciplina la luna Influye sobre nuestras emociones y nuestro comportamiento, y el signo lunar de una persona determina sus tendencias emocionales y relacionales.

Por supuesto, nuestro ciclo menstrual no se libra de esta influencia lunar, ya que la luz de la Luna afecta a nuestras hormonas sexuales. Nosotras no lo notamos tanto porque vivimos rodeadas de luz artificial, pero nuestras antepasadas tendían a ovular con la luna llena y a menstruar con la luna nueva. Si quieres más información sobre la relación entre las fases de la luna y el ciclo menstrual, aquí te dejo un artículo en el que hablo en profundidad sobre el tema

 


Estaciones del año


Creo que a estas alturas nadie negará que las estaciones del año influyen en nuestros niveles de energía y en nuestra forma de sentir y de actuar. Vivimos en un mundo que pretende que seamos lineales, siempre activos y produciendo, pero la realidad es que la naturaleza no hace esto: ella pasa por ciclos de hibernación y de “descanso” y por ciclos de florecimiento y ebullición. 

Por eso soy de las que cree que cuanto más en sintonía estemos con estos ritmos naturales, más saludables, equilibradas y felices nos sentiremos. 

 

 

Ciclos personales

 


El ciclo de los ciclos: el ciclo menstrual 

 

Si hay un ciclo que nos influya a las mujeres, este es el ciclo menstrual. Nuestro sistema hormonal nos sumerge en una sutil pero reveladora danza cíclica mes a mes, que influye en nuestro ánimo, nuestra fuerza física, nuestros patrones de sueño, nuestro deseo sexual o nuestro nivel de concentración, entre otros muchos marcadores biológicos. 

Esto quiere decir que existe una forma de vivir nuestra vida en sintonía con las 4 fases de nuestro ciclo: la menstrual, la preovulatoria, la ovulatoria y la premenstrual. Y por supuesto, esta sincronización con nuestro ciclo es una forma armónica, orgánica y respetuosa de cuidarnos. 

Seguro que ya te imaginas que si tuviera que recomendarte que eligieras un único ciclo en el que trabajar, sin lugar a dudas sería este. ¡No en vano se dice que el ciclo menstrual es nuestra quinta constante vital!

No quiero extenderme mucho más hablando del ciclo menstrual porque ya he escrito ríos de tinta sobre el tema, así que si quieres investigar más te recomiendo que te pases por este apartado de mi blog. 

 


Ciclo vital
de crecimiento 

 

Este concepto lo aprendí hace años en un libro llamado Into The Woods, de Lauren Aletta, del que desgraciadamente ya no dispongo. Este libro planteaba la teoría de que existe un ciclo de crecimiento que guía nuestras acciones, y cada etapa vital se relaciona metafóricamente con una estación. 

Esta “estación vital”, por decirlo de alguna forma, no tiene porqué coincidir con la estación real en la que nos encontremos. Es decir, que fuera puede ser invierno pero yo puedo estar sumergido en mi primavera creativa y que ese proceso dure varios años, por ejemplo. 

Según este libro, estas son las características principales de cada etapa creativa: 

  • Invierno: Incomodidad, confusión, sensación de estar perdido, bajos niveles de energía, tristeza y apatía, incluso depresión. 
  • Primavera: Inspiración, recopilación de ideas, impulsos creativos, la energía empieza a aumentar, comienzo de nuevas aventuras, es una época de redefinición personal y vital.
  • Verano: Confianza, acción y vitalidad, sensación de estar lleno de energía y de que nuestra vida está alineada, potencial agotamiento por presionar para que ocurran las cosas. 
  • Otoño: Desinterés, rutina y aburrimiento, inquietud, búsqueda de inspiración, nutrición, comienzo de nueva búsqueda, necesidad de espacio y de descanso.

Interesante, ¿verdad? 

Como ves, los seres humanos estamos influenciados por una plétora de energías y ciclos diferentes, que condicionan nuestros niveles de energía, nuestros sentimientos y emociones, nuestras preferencias, nuestros sueños e incluso nuestros objetivos.

Todos estos ciclos son guías para entendernos, cuidarnos y querernos un poco mejor. 

Ahora es tu turno. Dime, ¿hay algún ciclo que no conocías? ¿Cuál crees que tienes más presente en este momento de tu vida? Te leo en los comentarios