Parece que la cultura de la mejora y el perfeccionamiento continuo en la que vivimos está en su momento álgido en enero, momento en el que culturalmente parecemos obligados a remodelar nuestra vida de pies a cabeza, nos apetezca o no.
Lo peor de esto es que no solo nos hace sentir incómodos e inadecuados, como si algo fallara en nosotros: si caemos en este ansia de intentar cambiarlo todo a la vez (y encima en tiempo récord) nos estamos predestinando al fracaso, porque no cumplimos con nuestra palabra y eso hace que dejemos de confiar en nosotros mismos.
Es un bucle, ¿lo ves?
Yo he sido la primera que he caído en esta trampa año tras año. Por eso precisamente sé de lo que hablo y sé que, en lugar de volvernos locos el 1 de enero y abandonar todos nuestros buenos propósitos a los diez días, es preferible optar por pequeños cambios en nuestro día a día.
Estos cambios, efectuados de forma regular, son acumulativos y van construyendo momentum, mejorando nuestra vida y también nuestra confianza.
Por eso, en lugar de proponerte que construyas la vida perfecta (que no existe) o que hagas cambios radicales en tu estilo de vida, hoy te propongo 7 pequeños trucos o rutinas que son maravillosos para mejorar tu salud, revitalizar cuerpo y mente e incrementar tu sensación de bienestar.
Limpieza de lengua.
Este truqui encabeza la lista por dos razones: porque es lo primero que deberías hacer nada más levantarte (sí, incluso antes de beber agua) y porque a mi me cambió la vida hasta el punto de que si no uso mi rascador de lengua en un par de días, lo noto.
Sé que eso de rascador de lengua suena un poco bizarro, pero en realidad solo es un sencillo instrumento de metal con forma de U que se usa tradicionalmente para limpiar la lengua nada más levantarte. Con este gesto se consiguen limpiar todas las toxinas que la lengua excreta por la noche, un residuo que los ayurvédicos llaman ama.
Sí, ya sé que no es una imagen muy agradable, pero más vale ser consciente del trabajo que hace tu lengua para depurar toxinas que volver a introducirlas todas en tu cuerpo de nuevo cada mañana, ¿no?
Para que veas lo fan que soy de este sistema, te dejo por aquí un artículo de 2014 en el que ya hablaba del rascador de lengua ayurvédico. Por cierto, ¡2014, ¡qué fuerte! Creo que fue de los primeros artículos que escribí para el blog, ¿se puede considerar ya vintage?
Gratitud
Uno de los grandes regalos de ser humano está en la habilidad de elegir en qué queremos centrarnos. Sin embargo, a veces es común que, en lugar de apreciar todo lo que funciona, nos fijemos en ESE detallito que nos incomoda. Nos pasa en todos las áreas de nuestra vida: relaciones, trabajo, salud, posesiones materiales, etc.
Y resulta que una de las mejores cosas que podemos hacer para nuestra salud mental y nuestra sensación de felicidad es precisamente darle la vuelta a esta inercia: es decir, centrarnos en lo positivo y practicar la gratitud, agradeciendo todo lo bueno que ya tenemos en nuestra vida.
Lo dice nuestro sentido común pero también lo ratifica la ciencia: Un estudio de 2003 de Emmons y MC Cullough descubrió que escribir un diario de gratitud conduce a mejoras en la calidad del sueño, reduce el dolor físico, aumenta la sensación de bienestar mayor y potencia la habilidad de gestionar el cambio.
Otros estudios realizados en 2008 afirman que los sujetos que experimentaban un sentimiento de gratitud tenían activo el hipotálamo. El hipotálamo es un área clave en el cerebro que regula los patrones de sueño, hambre y estrés. En resumen, parece que la gratitud podría ser la “pastilla de la felicidad definitiva” .
Si no sabes por dónde empezar a practicar la gratitud, te recomiendo que dejes un cuaderno y un boli en tu mesilla de noche. Antes de acostarte cada día, escribe tres cosas por las que te sientas agradecido, por insignificantes que te resulten de primeras. Así estarás disfrutando del subidón de buen rollo que te da pensar en lo bueno mientras entrenas a tu cerebro para que se centre en lo que ya funciona.
Hacer seguimiento de tu ciclo menstrual.
Sé que puede sonar exagerado pero no me cansaré de decirlo: la conciencia del ciclo menstrual es una de las herramientas o prácticas que más han influido en mi calidad de vida.
Descubrir las fortalezas y las debilidades de cada fase de mi ciclo menstrual (y actuar en consecuencia, claro) me ha ayudado a conectar con mi cuerpo, a conocerme y respetarme, a organizarme mejor y sobre todo, a no creer que estoy loca. La realidad es que la naturaleza de las mujeres no es lineal, sino cíclica y cambiante, y cuando antes lo aceptemos mejor nos va a ir a todos.
Así que te animo a que empieces por ti misma. El primer paso para conectar con tu ciclo y con tu cuerpo es llevar un seguimiento diario de tu ciclo. No es necesario que escribas un montón de páginas cada día si no quieres: basta con que anotes en un cuaderno o en un diagrama menstrual (como el que te regalo aquí) el día del ciclo en el que te encuentras y 3 o 4 palabras que describan tu estado físico, mental y emocional de ese día.
Escuchar mantras
Escuchar mantras es una de las formas más sencillas y efectivas de elevar tu día a día.
La palabra mantra proviene del sánscrito y es fruto de la suma de dos elementos: el vocablo mans, que puede definirse como “mente”, y tra, que es sinónimo de “liberación”. Así que mantra significa liberación de la mente.
Los mantras son corrientes de sonido sagradas que ayudan a regular tus desequilibrios internos, a transformar tus patrones neurológicos, a despertar tu intuición y a conectar con la sabiduría de tu yo superior.
Reconozco que cuando oí hablar de ellos por primera vez yo también fui un poco escéptica, pero una vez que vas entendiendo su funcionamiento y conectando con sus vibraciones…la cosa cambia. Son mágicos, en serio (palabrita de escéptica).
Puedes escuchar mantras en cualquier momento: mientras estudias, meditas, trabajas, de fondo como música ambiente…¡e incluso mientras duermes!
Lo bueno de este truco es lo sencillo que es de implementar, y además en el caso de los mantras, cuanto más los escuches mejor.
Si no sabes por dónde empezar puedes hacer búsquedas por Spotify y Youtube o ir a tiro hecho con mi lista de Spotify. Es la lista que pongo en mis clases de kundalini yoga así que la calité está asegurada ;-)
Darte una ducha fría
Lo sé. Este truco es 0 popular, pero tenía que incluirlo aquí porque realmente marca la diferencia y encima tardas dos minutos (si llegas) en hacerlo. Otra cosa es lo que tardes en convencerte para hacerlo, ¡ahí ya no me meto!
Las duchas frías son una forma de hidroterapia muy popular en muchas culturas y también en la tradición del kundalini yoga.
¿Cuáles son los beneficios de las duchas frías?
- Estimulan cuerpo y mente ( en plan chute de cafeína natural)
- Mantienen tu piel radiante (no hay iluminador que iguale su efecto).
- Abren los capilares de todo tu cuerpo.
- Depuran tus órganos y equilibra tu composición sanguínea.
- Estimulan las secreciones saludables de tu sistema glandular u hormonal.
- Estimulan tu sistema inmunológico y te pone como un roble.
- Cambian el tono de todo tu día
- Cultivan tu valentía y tu fuerza de voluntad (una vez que te hayas dado una ducha fría te sentirás invencible, eso es así).
¿Aún no estás convencida? No te culpo, de hecho te entiendo: es uno de los rituales que más se me resisten. Pero también pensaba que jamás podría meditar durante 100 días seguidos y ya he perdido la cuenta de los que llevo (¿200, quizás?).
Así que nunca digas nunca: te animo a que pruebes a darte una ducha fría una sola mañana y compruebes los efectos de este ancestral ritual en tu cuerpo y tu mente.
Empieza a meditar (o medita aún más).
¿Qué pensabas que te iba a decir una profe de yoga? ;-)
Estoy segura de que ya has oído lo buena que es la meditación para tu foco, tu paz mental y tu serenidad. Aunque todo esto es obviamente cierto, a mi me gusta ir más allá y veo la meditación como un entrenamiento y una limpieza diaria para tu mente.
Me explico.
Para cambiar tu vida primero tienes que cambiar tu mente. Tu subconsciente, que es el almacén de todas tus creencias e historias sobre ti y sobre el mundo, gobierna el 95% de tu mente, mientras que tu mente consciente solo está a cargo el 5% del tiempo. Así que lo que está almacenado en el subconsciente impulsa tus acciones conscientes, y en definitiva moldea tu vida.
Las meditaciones de kundalini yoga ayudan a acceder al subconsciente y poco a poco reformulan su funcionamiento interno. Cuando meditas a diario, tu mente subconsciente se “limpia”, comienzas a reprogramar viejas narrativas y a escribir historias nuevas que se alinean con tu visión ideal de vida. Poco a poco, la resistencia comienza a desvanecerse y el cambio se hace menos cuesta arriba.
Así que la meditación no es solo para monjes budistas o personas que de por sí tienen un carácter calmado. La meditación es para todos, y de hecho si tiendes al nerviosismo o a la ansiedad, con más razón deberías aprender técnicas para calmar esa mente de monete, ¿no crees?
Ahora que ya sabes que la meditación es una aliada para la vida moderna y para construir la vida que buscas, espero que veas la meditación con otros ojos. Pero no tienes por qué agobiarte y empezar a meditar durante una hora al día (aunque si ya lo haces, fantástico).
Puedes empezar por meditaciones breves, de tres minutos, e ir incrementando los tiempos progresivamente. Te recomiendo descargarte mi guía gratuita con 3 de mis meditaciones favoritas para practicar en tu día a día.
En mi blog también tienes meditaciones para aliviar el estrés o la meditación por excelencia del kundalini yoga, entre otras.
Si no te atreves con la meditación, empieza por un pranayama.
En kundalini yoga, la meditación y el pranayama están deliciosamente inerconectados. Pranayama viene de prana (aire, energía vital) y yama (control). Así que el pranayama es el control de la respiración mediante ejercicios que buscan efectos concretos. Y son MUY efectivos.
En este vídeo de Instagram te guío para que hagas una breve práctica que te ayudará a calmar tu sistema nervioso y equilibrar tus hormonas. Ya verás que es súper sencilla de hacer. Te la recomiendo justo antes de ir a dormir, cuando estés estresada o tengas la típica sensación de ir a mil.
Son tres minutos que pueden cambiar totalmente tu estado de ánimo, ¡no hay excusa!
(Si este tema te interesa, aquí tienes otro pranayama tan sencillo como efectivo).
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Espero que todos estos truquis te hayan servido de inspiración para hacer pequeños cambios en tu día a día.
Eso sí, como te decía al principio de este artículo, no te recomiendo que lo intentes implementar todo a la vez porque entonces estaríamos haciendo lo de siempre (poner demasiado altas las expectativas y predeterminarnos hacia el fracaso).
Te sugiero que elijas uno de estos hábitos, quizá el que más te llame la atención, y te pongas en serio a hacerlo durante todo el tiempo que necesites, hasta que lo tengas integrado en tu día a día. Una vez tengas el primer hábito asentado, puedes incluir otro, y así sucesivamente.
Verás como tu día a día adquiere un calibre diferente. Te lo dice alguien que se ha pasado décadas intentando hacerlo todo a la vez sin éxito ;-)
Solo me queda decirte que si te apetece puedes compartir en comentarios el hábito con el que vas a empezar. ¡Estoy deseando leerte!
Waw muy revolucionarios todos los truquis, me encanta! Me apunto el de empezar a meditar ( al menos los martes en tu clase de yoga ya sabes jaja) y gratitud. Lo de la lengua, perdí la U, pero es verdad que me iba bien… Los mantras los llevo puestos en el coche jejej pero a la ducha fría me resisto, bastante fresqui hace en casa ya XD Gracias por las ideas!
la ducha fresqui es lo más difícil, es la que más se me resiste a mi también jaja. Prometo retomar en primavera :D Me alegro de que te hayan servido los truquis, ¡un besazo!
Bueno, y lo del ciclo menstrual OBVIO que sí, estoy dentro, aunque poco a poco ;)